Palabras normales, para gente normal.

miércoles, 26 de mayo de 2010

miércoles, 12 de mayo de 2010

Esto parece una verdadera amigdalitis: aparece, se cura y al cabo de un tiempo, vuelve a aparecer y a curarse otra vez. ¿Pero desaparece realmente?¿O es que acaso sólo la camuflamos con antibióticos ineficientes?.

Hasta cuándo seguiremos evadiendo el tema de fondo, cuándo seremos realmente sinceros y no unos cobardes. Es hora de que definamos lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos. No damos soluciones concretas y tan sólo nos quedamos con el: "veamos que pasa", nos conformamos con el parche menos efectivo y más conveniente a la vez, que puede existir.

Ya es tiempo de que entendamos que tememos hablar y dejar claro este asunto, porque todo el tiempo que llevamos juntos, hemos formado una relación en base a la incertidumbre, y una vez que esclarezcamos esta amigdalitis, tenemos dos opciones: poder avanzar o terminar para siempre. Por ende, esta amigdalitis interminable radica en que tenemos miedo de que la segunda posibilidad se haga realidad y nos quedemos sin pan ni pedazos, sólo porque lo que amábamos del otro estaba cementado en errores.

A estas alturas, no sé si hablar de sentimientos o de fetichismo. Pero lo que sí sé, es que se acabó, no más recaídas.