Palabras normales, para gente normal.

sábado, 26 de febrero de 2011

Preocupaciones futuras de un presente latente con un pasado escabroso

Estoy recostado pensando en las cosas que he logrado, que han pasado y en las que he fallado.

Trato de recordar todos aquellos sabrosos detalles los cuales me han llevado a mentir. También, -¿por qué no?- de las mentiras que otros han utilizado y yo sólo he sido un testigo.

Mentalizo caras y personas. ¿Cómo las llegue a conocer? ¿Por qué soy su amigo? ¿Qué no me simpatizó? ¿Por qué sólo nos saludábamos?

Combino situaciones, palabras, gestos y personas; sólo para calzar los contextos a mi favor... pero lo hecho, hecho está.

Hay algo que no puedo sacar de mi cabeza: en cinco años más, ¿quiénes seremos? ¿dónde estaremos? ¿a quién seguiré viendo? ¿cómo seremos?

Estoy seguro que en cinco, dos, diez, veinte años; me preguntaré lo mismo.

lunes, 21 de febrero de 2011

Expresión

Decir soledad es insultar al ecosistema.

Decir acompañado; apuñalar mi alma.

Decir tristeza; retratar mi espíritu.

viernes, 4 de febrero de 2011

Lo recuerdo como si fuese hace casi cuatro años

Ya. Te toca Hans. Aunque tu turno haya sido de los primeros o de los últimos, lo mucho que te quiero no cambia. Sabes lo importante que has sido para mí en estos seis años de amistad. Seis años... no es para nada una cosa menor. En estos más de dos mil días, hemos pasado diez mil cosas juntos. Las primeras idas al 1, las cimarras, las copias, alegrías, penas, amores, odios, peleas, reconciliaciones, tus problemas, los míos. Siempre has estado ahí conmigo, escuchándome, entregándome todo tu cariño. Quizás yo no he sido lo que tú has esperado contigo, y te pido disculpas si así lo has sentido, pero debo reconocer que fuiste verdaderamente fundamental en mi estadía en el colegio. Creo que de ti aprendí el valor que tengo ahora de decir las cosas, de desahogarme cuando es necesario, de sacar afuera todo lo que siento cuando corresponde, de no encerrarme en mí, de poder confiar las cosas que me pasan. Tú sabes que durante mucho tiempo fui lo totalmente opuesto a lo que te describo, pero de ti robé muchos aspectos de la forma de ser que tengo ahora. ¿Te acuerdas cuando en segundo medio no nos hablamos por casi todo el año? Ese fue el tiempo que me ayudó a comprenderte, porque hasta ese momento no lo tenía claro. Desde ahí también empezamos no sólo a ser amigos de bromas y de buenos ratos, comenzamos a pasar por dificultades de más peso y siempre supimos salir adelante. De las veces que hemos reído juntos tengo excelentes recuerdos, pero de las veces en que nos han caído lágrimas a los dos tratando algún tema complicado tengo unos muchos mejores; siempre me he quedado con algo de lo que hemos dicho, y nunca lo he olvidado.
Mi cabro chico de 12, muchas gracias por todo el tiempo que hemos compartido. Nunca más te sientas desplazado por nada, porque tú sabes que eres de las personas más importantes en mi vida. Gracias por querer conocer al ogro de básica que no hablaba con nadie, muchas gracias por darte ese tiempo. Si no te hubiera conocido, sinceramente, no sé qué hubiera hecho. Te adoro con todo mi corazón, amigo.


Nostalgia.