Palabras normales, para gente normal.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Compañía eterna

Hoy, sólo puedo decir que la tristeza es mi compañera. Compañera fiel que ha estado junto a mí por largos años. Ya es tan parte de mí, como yo soy de ella. Cuando la nombran, es inevitable ver mi reflejo. Cuando me nombran, inevitable es sentir su presencia.
Hemos nacido para sufrir, algunos, durante toda la vida. Agonizar a cada segundo, morir en cada paso y destruirse tras cada momento. Desvanecernos es nuestro propósito en la vida, ser olvidados, la meta que la vida nos ofrece.
No somos dignos de otros, los otros no son dignos de nuestra miseria. Sólo tú, compañera, estarás conmigo hasta el resto de mis días y en el minuto de morir. Bajo tierra seremos uno.
La tristeza me define; yo a ella.