Palabras normales, para gente normal.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

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Es imposible olvidar las cosas, es alocado siquiera tratar de pensar en no ser consumido por la costumbre, por lo heredado producto de los años vividos, por tal motivo no puedo dejar de creer que hoy es un día bañado y rebosante de tristeza. Por ningún motivo, creo que lo anterior debería ser un sentimiento generalizado, puesto que es una cuestión netamente mía. Es este período en el cual los únicos dos deseos que tengo para mi persona, laten en mi cabeza y en mi alma. Escucho aquel soul que hace vibrar mi alma y me deja con aquella sensación de proceso interno en el cual replanteo muchas cosas. Si este día está lleno de magia, mis dos únicos deseos serán cumplidos: aparecerá quien me considere de verdad y el segundo me lo guardo, puesto que sólo a quienes aprecio se lo he dicho.

Es en este preciso momento cuando todo se torna mera melancolía.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Parece que siempre es igual

Podemos andar por dos caminos distintos, pero llegamos al mismo lugar.

Cientos de veces hemos caminado por el mismo lugar, pero un día de esos en que el sol brilla con un color dorado, elegimos la otra vía. A medida que avanzamos, nos sorprendemos de los paisajes llenos de colores verdes. Respiramos profundo, sintiendo como cada una de las moléculas de O2 entra a los pulmones. Luego abrimos los brazos y damos vueltas, vueltas infinitas, mientras miramos al cielo, como si las circunstancias que nos llevaron a aquel camino estuviesen allí, y les damos gracias. Entonces nos detenemos y el viento eriza nuestra piel. Enfocamos la vista hacia el final, y a pesar de saber que encontraremos lo mismo de siempre, lo sentimos distinto, mucho más prometedor. Pero no es así, aquel camino cambio de forma, pero no de fondo, DESPIERTEN, es la misma mierda de siempre, disfrazada de coloridas sensaciones. He me aquí, en mil pedazos, otra vez, por haberlo elegido...

domingo, 9 de noviembre de 2008

Imposible de comprar

Creo que ya es hora de ir compras. Una vez que me pare frente al estúpido negocio -que a todo esto veré de color sepia-, entraré moviendo mis bolsillos y haciendo notar que vengo cargado de dinero.
Me acercaré al mostrador y le pediré al anciano -que a todo esto veré en blanco y negro- amor real, tranquilidad, paz, madurez, algo que alivie el dolor del alma, algo para la desilusión, un abrazo fuerte y algo que deshinche mis ojos. Entonces pagaré con lo único que creo que tengo: moneditas de chocolate.

jueves, 23 de octubre de 2008

...

Por qué no puedo ser el chico rudo que no sufre por amor. Siempre soy el estúpido que derrama lágrimas por las noches, que en el día deambula torpemente pensando en ti y que deja de lado su vida con tal de verte un segundo. ¿Hasta cuando?
Tú respuesta ante mis besos son un: "no siento nada".
Soy capaz de matar a quien ose quitarte de mi lado, los celos me matan de saber que puedes ser de otro.
¿Destino, es que acaso no te das cuenta que me partes el corazón y que destruyes mi ya corroída alma?
No entiendo por qué siento esto por ti.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Sensibilidad, hijos de puta.

Aquel día no había pasado nada que me conmoviera, pero esa tarde en el metro, no pude evitar mirarla al bajarse, ella de la manera más inocente lanzó un beso a su abuelo, de ésos que endulzan en aire, tan cálido para enternecer al más duro. No pude evitar llorar.

Crucé el umbral del ventanal y lo primero que vi fue su carita. Sus ojos me miraron traspasándome toda su historia. La besé en la mejilla y una sonrisa me regaló. No puedo sacar de mi alma aquellas arrugas, no puedo olvidar su presencia. Me quebró el alma.

domingo, 7 de septiembre de 2008

Un nosotros sin un tú

Veré con alegría las fotos en que salimos juntos, aunque sólo aparezca yo posando. Leeré la carta en que me pediste que fuéramos felices por siempre, aunque esté en blanco. Recordaré tu olor, para no sentirme solo, aunque no te haya olido. Contemplaré la estrella que me regalaste, aunque aún no lo hayas hecho. Escucharé aquella canción que dice que: nuestro amor es imposible, pero aquí estamos amándonos; aunque no la hayamos oído e incluso, aún no se haya escrito. Recordaré este amor intenso que no ha ocurrido aún. Te amo, aunque no te conozca.

miércoles, 20 de agosto de 2008

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Y aquí estamos otra vez. El mundo se cae a pedazos nuevamente. La tierra se parte en dos y todo lo conocido y construido se derrumba. Los truenos deshacen todo rastro de sentimiento. La lava arrasa con la humanidad. El viento sopla y sopla, y la realidad vuela lejos, tan lejos que el infinito es poco, el sinfín no es ni la milésima parte de la lejanía en la cual lo que acostumbramos está en este preciso momento.

Pero aquí les doy la solución: un mundo paralelo. Miénteme, Miéntete, Miéntele, Miéntenos, Mintámosnos, Mintámosles. Hagamos que esta realidad sea perfecta.

Nunca olvidaste lo que vivimos en mi cama, tú no me evitas, hay alguien capaz de jugársela por mí, no destruyo la vida de nadie, nadie me deja, me miras en el metro, sólo necesitas el empujoncito, el amor verdadero existe, las mariposas aún vuelan, las hojas no caen de los árboles, me tomas las manos, nuestros besos son eléctricos, somos amigos, me dedicas un tema, me escribes una carta, soy feliz, soy importante, SOY AMABLE.

No eres capaz de mentir, entonces...

domingo, 20 de julio de 2008

Vacío

Cínico, mentiroso, flojo, torpe, descuidado, inmaduro, atarantado, sin autoestima, imbécil, fácil, puto, niño de básica, homosexual, el que nunca cumple su palabra, el que nunca termina algo, el que predica y no practica, el irónico, el chistosito, el burlesco, el mal educado, el que no es capaz de llevar una relación, el que no escucha, el intransigente, el inconsecuente, llorón, mamón, cabeza dura, la víctima, el exagerado, rencoroso, bipolar, individualista, egocéntrico, melodramático, el impuntual, el ataoso, separatista, extremista, el que no quiere a nadie, materialista, depresivo, triste, incoherente, engreído, exigente, demandador, dependiente, sin rumbo, mamistis, hijito de papá y mimado.

El niño imperfecto al que muchos adulan.

martes, 24 de junio de 2008

Frío

La última vez que besé tus labios, te elevaste con dirección a la luna, mientras te desvanecías en el aire. Tu beso fue cálido y en cosa de segundos, mi boca congelada quedó.

martes, 10 de junio de 2008

Te llevo hasta en mi sangre

Extendí mi brazo, vi la aguja traspasar mi piel y de inmediato necesité pensar en algo que me tranquilizara, allí apareciste tú: comencé a soñar que después de aquel examen nos juntaríamos para que sanaras mis heridas, tal como lo hiciste aquella vez, pero luego de unos instantes, decidí afrontar la realidad en vez de vivir esa maldita ilusión, entonces te vi salir succionado junto con mi sangre y atrapado dentro del tubo, ahogándote, pero sé que eso tampoco ocurrió, porque aún te siento dentro.

¿Qué mierda me hiciste, por qué mierda no te vas de mí?

lunes, 12 de mayo de 2008

Secuelas de aquella vez

Tomaré tus manos y haré que me abraces fuerte, entonces apoyaré mi cabeza sobre tu hombro y oleré tu cuello. Luego, rozaré nuestras mejillas hasta encontrar tu boca, nos miraremos por un eterno microsegundo, directo a los ojos y nos besaremos. Nuestra respiración se acelerará y nuestros corazones querrán salirse de nuestro pecho.

Esto lo haré cada vez que quiera recordar a mi único y gran amor.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Simplemente me cuesta

Nunca pude tomarte de la mano mientras caminabamos en público, tampoco pude abrazarte, menos besarte y nos fue imposible decirnos te amo. Creo que son los antecentes de por qué hoy soy un hombre tan arisco y frío. No soy una persona convencional, ya lo he repetido varias veces.

miércoles, 23 de abril de 2008

Un maldito privilegiado

¿Cuántas veces soñé con hacer un montón de cosas? Millones de veces. ¿Cuántas de ellas ya no podré hacer por el camino que elegí o, mejor dicho, me tocó vivir? Muchas. Algunas de esas muchas cosas que no haré, son por decisión propia, por salud mental o por moral, pero eso da igual, lo importante es que es mi elección no llevarlas a cabo.
Hay otras personas que desean algunas cosas con mucha fuerza, tienen la intención y los medio también, pero algo sale mal. ¿Es eso justo? Yo que no quiero, puedo y el que quiere, no puede.
Es tan fuerte parecer "privilegiado" frente al dolor ajeno.

lunes, 7 de abril de 2008

Llenando el vasito de nada con confianza

¡Quiébrate, quiébrate! Falta poco para que este maldito vaso se rompa. Sé que lo puedo lograr. Soy capaz, sí soy capaz.

jueves, 3 de abril de 2008

En un vasito lleno de nada

El maldito gigante me tiene enfrascado en un vaso de vidrio. A veces le dan ganas de reir y tapa el vaso sólo para mirar como me desmayo por la falta de oxígeno. Otras veces, llena de agua el vasito para ver como me ahogo.

sábado, 22 de marzo de 2008

Otoño

Mientras caminaba, se caían las hojas de los árboles.
Siempre relacionamos esta nublada estación con cosas deprimentes, como si los problemas, las penas e incluso el pasado, cayera desde los árboles.
Este año, el otoño estaba ansioso por dejar caer las hojas y no esperó unos días como es de costumbre, a penas el verano se marchó, sopló y sopló para que todo se fuera directo al suelo.
Cuando sientes que encajas en un lugar, no es justo ver las hojas cafés desplomarse. Cuando haces lo que realmente amas con personas que quieres y que te apoyan incondicionalmente, no es justo ver árboles desnudos. Cuando se quiere, no es justo pisar hojas secas y sin vida.

Está nublado, los árboles se despojan de lo viejo y yo no paro de llorar.


Dedicada para unas personitas muy especiales.

domingo, 9 de marzo de 2008

Peor que la cocaína

Ya, sí sé, soy un adicto al pasado. Sí, jalo todos los días un poco de memoria y comienzo a volarme con lo que fue, no fue y podría a ver sido. Pero ese día no lo hice -estoy en rehabilitación-, así que salí listo para disfrutar del día y apareciste en un auto afuera de mi casa, no necesité fumar o inyectarme, los recuerdos que estaban en mi sangre comenzaron a hacer efecto. Me quedé helado pensando en que me pasaste a buscar para ir a conversar de lo que ocurrió entre nosotros, de lo que ha acontecido en nuestras vidas y que me propondrías estar contigo el tiempo que nos queda. Pero la realidad es que no me viste y este encuentro no duró más de veinte segundos.
¡Eres mi peor y más maldita droga! ahora mientras escribo vuelvo a pensar en ti y vuelves a hacer efecto... aquí vamos:
Shakira dijo que aprendió a querer a los gatos, ¡qué estupidez!, pero yo soy más ridículo, aprendí a amar los anagramas, cada vez que veo que alguien escribe distintas frases hacia abajo, me sonrojo y pienso que alguien está viviendo un amor tan secreto como el que mantuvimos nosotros. Anagrama, te pregunté qué era eso, pero no importó su significado, ni el campo semántico, sólo importó su contenido y que lo escribieras para mí.
Cada segundo que vivimos, renace cuando tan sólo te nombran y entro en un estado de éxtasis.

Tus últimas palabras:
Eras todo para mí.
Amarte era parte de un dilema, pero no me importó.
Me hacías sentir comprendido.
Oh, necesito alejarme de las drogas peligrosas como tú.

domingo, 24 de febrero de 2008

La tarde y su maldita moda

Todo te queda bien, da igual el color, el tamaño o el estilo de lo que te pongas, siempre te ves divina. Pero, ¿por qué te tenías que vestir de tristeza?. Con tu vestidito amargaste esta tarde, opacaste a todos con tu traje de ingratitud, con tus zapatos de culpabilidad y tus joyas de la más fina depresión. Todos tuvimos que correr -obligados- a vestirnos como tú. Tu perfume con olor a soledad quedó impregnado en mi casa. La proxima vez que toques a mi puerta y vengas vestida así, te saco a patadas, porque en mi casa nadie se volverá a vestir como tú nunca más.

sábado, 16 de febrero de 2008

Dedicada

Me levanté, prendí la radio y sonó una canción que hablaba de amor, me aprendí su nombre y su letra. Más tarde, leí en internet unas dulces palabras y las memoricé. Y cuando te ví, te lancé la carta con las románticas palabras que "describían nuestro romance" y te dediqué la pegajosa cancioncita. Qué fácil es amar.

miércoles, 23 de enero de 2008

Tras las cortinas

Creo que todos alguna vez nos hemos sentido observados, en la calle, en un restaurante o cuando vamos a algún lugar público. ¿Pero se han sentido observados en su propio cuarto? Tal vez suene paranoico, pero así me siento yo. No es que tenga algún complejo de divo, pero creo que alguien me examina detenidamente, ve cada movimiento que hago en mi cuarto, cada baile, cada vez que canto o actúo, es tan extraño.

Cuando la ventana y las cortinas están abiertas, de seguro miran. No creo que miren porque sea alguien interesante, pero creo que todos queremos saber qué hace el de al lado, qué oculta cuando cree que nadie lo ve. Entonces corro rápido a cerrar las cortinas. Pero a veces no basta, tengo que cerrar el clóset, porque se qué de ahí también miran. Qué tonto, quién estaría en mi armario, si con suerte cabe alguien, pero de todas formas, lo cierro.


Hay días en que quiero que alguien me vea, entonces abro las cortinas y hago lo que se me antoje, o bien, me paro en la ventana y canto y juego con las cortinas. No sé si alguien ve o no mis espectáculos, pero lo que sí es cierto, es que me encanta sentir que alguien disfruta de mi loca paranoia.

lunes, 21 de enero de 2008

Esperando una llamada

Ese día era particular. Ese día, la noche fue tibia. No sé si el invierno por fin se había apiadado de los santiaguinos o si una extraña ráfaga de recuerdos había calentado mi memoria y mi corazón.

Aún estaba sentado sobre la cama, después de haber apagado la luz. No podía pegar mis ojos. No podía acostarme. Pero justo cuando caía rendido ante el sueño, que por fin había llegado, sonó el teléfono. Una voz me dio una dirección que contenía recuerdos, pero que eran opacados por la noticia. Tomé mi abrigo y salí.

Cuando llegué a aquella dirección, me dirigí hacia su habitación, me paré en el umbral y los vi. Uno de ellos se acercó a abrazarme con tanta fuerza, sólo como él lo hacía.

Esa noche no había rencores, los años los habían desvanecido; no había risa, como era de costumbre. Sólo cerramos los ojos y esperamos a que el torbellino de sensaciones, emociones y recuerdos nos llevara lejos, nos lanzara tan fuerte como pudiese, pero que nunca cayéramos a tierra. Pero no todo es como queremos. Abandonamos el cuarto y nos fuimos a sentar a la estufa, que era lo único cálido existente en la ahora fría noche de invierno. Bebimos café, miramos nuestras cambiadas caras y nos despedimos para esperar en nuestras casas una nueva llamada.

viernes, 11 de enero de 2008

Se venía venir

Hoy, fue un día distinto. Al salir de la estación del metro, el viento me gritó muy fuerte al oído que algo sería diferente, pero no le entendí qué. Al salir del lugar donde estuve, el calor se tornó frío. El frío tocó mi espalda y se posó sobre mi cara y me gritó que algo raro pasaba hoy, pero no le entendí qué. En mi casa, al asomarme a la ventana, vi las estrellas y me hablaron en clave M.O.R.S.E, pero no entendí qué querían decir, sólo pude deducir que algo extraño pasó hoy. Ahora el silencio me hace un escándalo porque no entiende que no haya sido capaz de prever algo que era obvio.

¡Cállense, ojos maricones!

Miradas. Son sólo miradas. ¡Mentira!. Son más que eso.

¿Por qué no somos capaces de mirar a la cara cuando mentimos? Para mí es lo mismo, decir una verdad o una mentira, tus ojos deberían estar fijos, pero no, tienden a mirar hacia el suelo, apuntando al sucio suelo, gritando: "¡Él miente! ¿ves la suciedad del piso? así de asquerosas son sus palabras". ¡Qué tienen que ver los ojos con las palabras! Deberían no conjugarse nunca. Para eso está la boca, la lengua, el paladar y las cuerdas vocales, para las frases y los sonidos. ¿Por qué al mentir no se cierra la boca o tus cuerdas no vibran? Malditos ojos.

No puedo mirar tranquilo, porque aunque no diga una puta palabra, la gente sabe que es lo que quiero decir. Si te miro, entiendes perfectamente que te quiero. Si te miro, entiendes de inmediato que te deseo en mi cama. Si miro, sabes inmediatamente que es lo que quiero. Pero a veces mis malditos ojos son mal interpretados. Si miro a una mujer, ella me da una mala mirada, porque creyó que tenía otras intenciones. Si miro a un hombre, me golpea porque cree que soy gay.

¿Para que mierda existe la boca entonces? Si miro, saben lo que quiero, aunque sea mi secreto mejor guardado. Si miro, no me entienden. Sólo con mirar, sin un gesto facial o un sonido, sólo con mis ojos.