Palabras normales, para gente normal.

martes, 10 de junio de 2008

Te llevo hasta en mi sangre

Extendí mi brazo, vi la aguja traspasar mi piel y de inmediato necesité pensar en algo que me tranquilizara, allí apareciste tú: comencé a soñar que después de aquel examen nos juntaríamos para que sanaras mis heridas, tal como lo hiciste aquella vez, pero luego de unos instantes, decidí afrontar la realidad en vez de vivir esa maldita ilusión, entonces te vi salir succionado junto con mi sangre y atrapado dentro del tubo, ahogándote, pero sé que eso tampoco ocurrió, porque aún te siento dentro.

¿Qué mierda me hiciste, por qué mierda no te vas de mí?

1 comentario:

pedroco dijo...

la gente no se va de uno de manera espontánea, uno mismo hace que se queden por ahí donde no molesten