Tan sólo prendí mi MP4 y apoyé mi cabeza sobre la almohada, semi tapado, puesto que la noche estaba calurosa, y comencé a recordarte. Tus caricias se hicieron presentes en mi piel, tus besos en mis labios y tu corazón en mi pecho. Tirité tanto como aquella vez, cuando nuestras mejillas se buscaron hasta caer en un cálido y carnoso beso. Lloré y derramé tantas lágrimas como suspiros por ti di. Estuviste por unos minutos recostado en mi cama, pero no puedo ser cínico, has estado junto a mí por años. ¿Por qué mierda apareces cada vez que quiero ser feliz? ¿Por qué haces latentes mis inseguridades, las sacas a flote y me recuerdas con tanto fervor que nadie ha querido tener una historia conmigo? ¿Crees que eso es justo? ¡Ándate, hijo de puta, ándate! Por favor... desaparece de la mirada de la gente.
Mientras ocurría todo esto, sonaron las canciones que me recuerdan a ti, una tras otra... podría decir: ¡maldita casualidad!, pero no existe. Todo pasa por algo, es el destino que te cruza en mi camino, pero ¿hasta cuando?. Ah... adivina con cuál tema terminó mi calvario... sí con aquella.
Mientras ocurría todo esto, sonaron las canciones que me recuerdan a ti, una tras otra... podría decir: ¡maldita casualidad!, pero no existe. Todo pasa por algo, es el destino que te cruza en mi camino, pero ¿hasta cuando?. Ah... adivina con cuál tema terminó mi calvario... sí con aquella.
1 comentario:
La música llega de una manera muy profunda cuando recuerdas a ese ente de tus miserias, y lo dejas ser en tus recuerdos.
Aveces podemos ser tan masoquistas.
Pero a veces lo necesitamos tanto..
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