Palabras normales, para gente normal.

martes, 15 de septiembre de 2009

Un gramo de oro.

¿Qué pasa cuando el camino de una persona que ha tenido un buen día se cruza con el de alguien que ha tenido un mal día?.

La persona con mal día (llamada de aquí en adelante M) se ha esforzado todo el día por que las cosas resulten, por deslumbrar a la gente y por hacer que su vida de un vuelco de una vez por todas. La persona que tuvo un buen día (llamada de aquí en adelante como B), sólo ha recibido elogios y ha brillado ante todos, su vida es divina.

M, ya no sabe que hacer, su día está regido por la Ley de Murphy, por más que trata de que las cosas resulten, todo lo que toca se transforma en mierda. B, ya no sabe que más esperar para que su día sea perfecto, pues todo lo que toca se transforma en oro, es un Rey Midas.

M viaja con una nube negra encima, pero rezando porque su día y su vida se transforme en oro. B espera que nada de lo que ha obtenido se transforme en mierda.

B se ha dado cuenta del mal día de M.

Respondiendo a la pregunta: la persona que ha tenido un buen día, sigue teniéndolo, puesto que se ha liberado de la culpa; y la persona del mal día, sigue sumido en la mierda, puesto que ha sido rechazado una vez más, a pesar de su empeño por tener siquiera un gramo de felicidad.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Sólo quiero ser aire

Siento que me quedo cada día más atrás. Tengo la sensación de que la vida me ha hecho a un lado. Ya no avanzo, ni siquiera retrocedo, estoy estático, inmerso en un estado de incertidumbre. La vida continúa para el 99% de la gente, pero para algunos el tiempo se nos está acabando y el seguir adelante se transforma en un trámite inútil, puesto que nada de lo que hagamos cambiará nuestro destino ni nos dará algo de tiempo extra. Tan sólo queda la resignación de ver como todos prosiguen con sus vidas y tú te conviertes en... ¡qué importa en lo que te conviertes!.

Mi tiempo acá se extingue, y la verdad es que ya no quiero tener esta tortuosa agonía, ¡qué la maldita llama se apague de una vez!.

No sé para donde va mi vida, ni siquiera sé quien soy. Todos estos años he tenido que asumir roles los cuales nunca he querido tener. No quiero más compromisos, no quiero tener que seguir siendo alguien quien no soy y menos tener que seguir proyectando una imagen equívoca de mí.

No soy una persona segura ni soy feliz. No sé ni siquiera que hago aquí.

A veces quisiera que poder decir adiós fuera más fácil.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Endorfinas a la vena.

El otoño no dejará de existir y el invierno no se hará más pequeño. Sonrían malditos depresivos, les traje una buena noticia.