Palabras normales, para gente normal.

sábado, 2 de enero de 2010

De labios fáciles

No me avergüenzo al decirlo, porque me caracterizo por ser sincero y transparente; el comentarlo ahora, no responde a nada más que a demostrar quien realmente soy.

Por mucho tiempo, no he sido más que el amor de una noche, pero no de cualquier noche, sino de aquéllas en las que puedes oler la promiscuidad, en las que al entrar al club, se erizan las pelos por las eléctricas miradas de la gente, y en donde todos no hacemos nada más que mordernos los labios, como acto de coquetería extrema.

Una vez dentro del club, en cosa de segundos, ya eres de otra persona. Así de sencillo es ser el amor de una noche. Basta un roce y una mirada.

Reconozco que no me molesta serlo, pero tampoco significa que quiero que así sea la vida entera.

1 comentario:

Juan Pablo Faúndez dijo...

y a pesar de todas esas noches de lujuria , no pierdes el norte con el que te conocí